El precontrato de trabajo es uno de los documentos legales que usan las empresas en España para atraer talento a sus filas, tanto nacional, como extranjero. Ahora bien, este documento suele ser difícil de entender para la mayoría de personas.
En este artículo vamos a arrojar un poco de luz sobre este tema. Vamos a explicarte las claves que debes conocer sobre los precontratos de trabajo ¡Empezamos!
En qué consiste un precontrato de trabajo
Podemos definir al precontrato de trabajo como un compromiso formal por parte de la empresa y el trabajador de acordar un contrato laboral. En esencia, es suficiente con la publicación de dicha oferta, que acepta el trabajador junto a una condiciones de trabajo ya establecidas.
Este precontrato genera seguridad en la empresa, ya que gracias a este documento puede conseguir que el trabajador no dé marcha atrás en caso de que recibe otra oferta de cualquier empresa.
Su incumplimiento puede desembocar en indemnizaciones por daños y perjuicios, por lo que es un documento serio, como un contrato de trabajo convencional. Aunque no sea un contrato de trabajo final, ambas partes tienen unas condiciones que cumplir.
Diferencias entre un precontrato y un contrato definitivo
En ningún caso se deben ver ambos documentos como el mismo. El precontrato no da derecho a salario, y tampoco se acumula antigüedad con dicho documento. Asimismo, no aparecen las obligaciones laborales.
Eso sí, aparecen algunas obligaciones para ambas partes que deben cumplir, o sufrirán una serie de consecuencias negativas.
Qué datos debe aparecer en un precontrato laboral
En un precontrato laboral debe aparecer la fecha prevista para el contrato de trabajo, así como la naturaleza de dicho contrato: si es temporal o indefinido.
Asimismo, también aparecen las condiciones laborales del puesto, como el salario, el horario o las vacaciones, entre otros. Aparte, también deben constar las funciones y el puesto de esta nueva incorporación, y posibles cláusulas de exclusividad y no competencia.
En caso de ser necesario, deben aparecer las licencias necesarias para el desarrollo de dicha actividad laboral.
Situaciones que no se consideran precontrato de trabajo
El tema del precontrato de trabajo ha generado mucha confusión a lo largo del tiempo, y muchas confrontaciones entre la empresa y el trabajador. De ahí que los tribunales hayan actuado más de una vez para mediar en estos asuntos.
La forma de actuar de los tribunales nos indica algunas situaciones que no se pueden considerar precontrato de trabajo.
Por ejemplo, una manifestación de intenciones no puede considerarse en ningún caso un precontrato. Asimismo, la declaración unilateral de celebrar un contrato por una de las partes tampoco se puede considerar precontrato, ya que hace falta que ambas partes estén de acuerdo.
La promesa de contratación y la expresión verbal de que un candidato será escogido para un puesto de trabajo tampoco se podrá considerar un precontrato.
Consecuencias de incumplir un precontrato laboral
Ambas partes pueden sufrir las consecuencias de incumplir un precontrato laboral. En cualquier caso, el plazo para reclamar el incumplimiento de dicho contrato es de un año desde el momento en que ocurrió el hecho que provocó la ruptura.
Si la empresa incumple el precontrato, el trabajador puede pedir una indemnización por daños y perjuicios, en función de los gastos que le haya podido provocar esta situación.
Si el trabajador es el incumplidor, la empresa también puede pedir una indemnización por daños y perjuicios, en función de los posibles beneficios que haya perdido.
Consideraciones finales
Esperamos que con este artículo te haya quedado más claro en qué consiste el precontrato de trabajo y como te puede afectar, ya seas empleado o empleador. Ahora bien, es entendible que puedas seguir teniendo alguna duda en esta materia, pero te podemos asesorar.
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