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¿Qué Hacer si No Puedes Pagar el IRPF?

¿Qué hacer si no puedes pagar el IRPF?

La declaración del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) puede resultar en una carga financiera significativa para muchos contribuyentes. No es raro encontrarse en una situación en la que no se dispone de los fondos necesarios para realizar el pago correspondiente. Afortunadamente, existen opciones y mecanismos legales para enfrentar esta situación sin incurrir en problemas mayores con la Agencia Tributaria. A continuación, exploramos las alternativas disponibles para los contribuyentes que no pueden pagar el IRPF en el plazo estipulado.

Aplazar el pago en la renta web

La Agencia Tributaria permite solicitar el aplazamiento del pago del IRPF directamente a través de su plataforma en línea, la Renta Web. Este proceso es relativamente sencillo y accesible para la mayoría de los contribuyentes. Para solicitar el aplazamiento, es necesario acceder al sistema con el certificado digitalDNI electrónico o mediante el sistema Cl@ve PIN. Durante el proceso de solicitud, el contribuyente debe indicar el importe a aplazar y el número de plazos en los que desea realizar el pago.

El sistema permite aplazar el pago de cantidades inferiores a 30,000 euros sin necesidad de aportar garantías. En estos casos, la Agencia Tributaria suele conceder el aplazamiento automáticamente. Sin embargo, para importes superiores, será necesario presentar garantías adicionales, como avales bancarios.

Intereses

Uno de los aspectos importantes a considerar al solicitar el aplazamiento del pago del IRPF son los intereses de demora. Estos intereses se aplican sobre el importe aplazado y representan un coste adicional para el contribuyente. En 2023, el tipo de interés de demora establecido por la Agencia Tributaria es del 3,75% anual. Este interés se calculará sobre el importe pendiente de pago desde el día siguiente al vencimiento del plazo original hasta la fecha de pago efectiva.

Aplazamiento denegado

En algunos casos, la solicitud de aplazamiento puede ser denegada. Las razones para una denegación pueden variar, pero generalmente están relacionadas con la falta de solvencia del contribuyente, la ausencia de garantías suficientes o el incumplimiento de requisitos formales en la solicitud. Cuando esto ocurre, es fundamental entender las implicaciones y los pasos a seguir.

Reglamento General de Recaudación

El proceso de solicitud y concesión de aplazamientos está regulado por el Reglamento General de Recaudación. Este reglamento establece las condiciones, procedimientos y plazos que deben seguirse tanto por parte de los contribuyentes como de la Administración Tributaria. En particular, el artículo 52.4 a) del reglamento es relevante, ya que detalla los requisitos para la concesión de aplazamientos y fraccionamientos sin garantías adicionales para deudas inferiores a 30,000 euros.

Artículo 52.4 a)

El artículo 52.4 a) del Reglamento General de Recaudación establece que se pueden conceder aplazamientos o fraccionamientos de pago de deudas tributarias sin necesidad de aportar garantías adicionales siempre que el importe total de las deudas no supere los 30.000 euros. Este artículo es crucial para aquellos contribuyentes que buscan alivio financiero inmediato sin tener que incurrir en los costos y trámites adicionales que implican las garantías.

¿Qué pasa con el aplazamiento denegado?

Si la solicitud de aplazamiento es denegada, el contribuyente debe actuar con rapidez para evitar mayores sanciones. En primer lugar, es posible presentar un recurso de reposición ante la propia Agencia Tributaria, argumentando las razones por las que se considera que el aplazamiento debería ser concedido. Adicionalmente, se puede optar por abonar la deuda en su totalidad para evitar el recargo y los intereses de demora adicionales. Si ninguna de estas opciones es viable, puede considerarse la posibilidad de solicitar un préstamo bancario para cubrir el importe adeudado.

Recargo 5%

En caso de que el aplazamiento sea denegado y no se realice el pago en el plazo estipulado, la Agencia Tributaria aplicará un recargo del 5% sobre el importe adeudado si el pago se realiza en los tres meses siguientes al vencimiento del plazo. Este recargo aumenta al 10% si el pago se realiza entre tres y seis meses después, y al 15% si se efectúa después de seis meses, pero antes de que se inicie el procedimiento de apremio. Una vez puesto en marcha este procedimiento, el recargo se eleva al 20%.

En conclusión, si te encuentras en la situación de no poder pagar el IRPF, es crucial actuar con celeridad y conocer las opciones disponibles. Solicitar un aplazamiento a través de la Renta Web puede ser una solución viable, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos. Sin embargo, si la solicitud es denegada, es importante estar preparado para gestionar las consecuencias y evitar que la deuda se convierta en un problema mayor.

Si necesitas asesoramiento sobre la renta u otra carga tributaria, contacta con nosotros. Te esperamos en Assessor.

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